22 Enero 2017

Entrevista The Sunday Times 22/enero/2017: RTO

(Enviado por fairlight)

El Reino Unido de hoy en día le suena hueco a Don Campanas Tubulares
 
 
Mike Oldfield saca disco nuevo, pero no le esperéis de gira por aquí. Este pro-Brexit en el exilio, que añora la década de los 50, ni siquiera muestra la cara ante 0liver Th_ring
 
22 de enero de 2017 The Sunday Times
 
Mike Oldfield está solo, como de costumbre, en su casa de las Bahamas. "Aquí llevo una vida muy austera", afirma. "No quedo con Sean Connery ni con los multimillonarios de las urbanizaciones privadas". No tengo servicio". Labró su fortuna cuando tenía 20 años, seguro que tendrá asistenta.
 
"Bueno, sí", lo reconoce. "Viene unas horas a la semana". También le prepara toda la comida, "pero según mis recetas", apostilla. "Me gusta el pastel de pollo inglés y la comida a la brasa, y que las patatas asadas estén envueltas en queso parmesano primero".
 
Les contaría qué aspecto tiene hoy en día a sus 63 años, pero Oldfield hizo todo lo posible para evitar que le viera. Acordamos una videoconferencia por Skype, pero se conecta con la cámara apagada y sólo la enciende, mostrando sus reticencias, cuando se lo pido, total, para ver una palmera pixelada y la silueta de la mitad de su cabeza.
 
Cuando le sugiero que gire la cámara, pone como excusa que no sabe dónde está, y retrasa la situación tanto como puede, hasta el punto de parar la entrevista, de manera estrafalaria, alumbrándose la cara con una linterna. Me rindo y charlo con una mancha negra.
 
¿De qué se esconde exactamente? No ha salido de Nassau en casi cinco años, desde que volvió al Reino Unido para actuar en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres. Asegura con rotundidad que ésa será su última actuación: nunca disfrutó dando conciertos y no saldrá de gira bajo ningún concepto con su nuevo álbum "Return to Ommadawn", un guiño a música de sus primeros años.
 
Sin embargo, habría sido un honor para él actuar en la toma de posesión de Donald Trump. "Confiaba en que ganaría", afirma Oldfield. "Todo ha estado yendo cuesta abajo durante años. Necesitamos un gran cambio. Por eso estoy encantado con el Brexit". Le gusta leer libros sobre la 2ª Guerra Mundial. "¿Dónde estaría el mundo sin los rusos? Muchos de mis fans son rusos. Trump, Putin, China: todos los grandes países tienen que unirse para acabar con el terrorismo".
 
Su pesimismo frustrado podría ser comprensible: en el último año ha sufrido los azares de un divorcio que le ha salido considerablemente caro de su segunda mujer, Fanny Vanderkerckhove, una criadora de caballos francesa 24 años más joven que él. (Ha pasado de tener un yate de 20 metros de eslora a uno de 5). Al parecer, Vanderkerckhove se ha quedado con la custodia de sus dos hijos. Oldfield tiene otros dos hijos de una relación con una cantante noruegay tuvo tres más en los años 80 con Sally Cooper, una agente discográfica.
 
"El divorcio me ha dejado con unos problemas económicos terribles", asegura. "Y, tal y como está la industria discográfica, podría verme en graves apuros en pocos años". Y reflexiona: "Una simple ceremonia como la del matrimonio puede tener repercusiones nefastas si acaba saliendo mal".
 
¿Cuánto ha tenido que apoquinar? "No se me permite revelarlo, pero a mí me parece muy injusto". 
 
¿Así que está soltero en estos momentos? "Sí. Felizmente soltero". Oldfield asegura que no echa de menos la compañía femenina porque su hermana vive en las Bahamas y puede verla. "No quiero tener nada romántico", afirma. ¿Ni amor ni sexo? "Nada. No pienso volverme a casar. Ni de coña".
 
El divorcio fue la guinda a dos años para el olvido. En mayo de 2015, el hijo mayor de Oldfield, Dougal, falleció un día en el trabajo por la mañana por causas naturales. Tenía 33 años. "Aún estoy asimilándolo", dice su padre. "Fue tan inesperado, cruel y desgraciado... Me duele mucho pensar en ello siquiera".
 
Ha hablado antes sobre sus años en el sofá del psicólogo. ¿A quién tiene hoy en día para hablar de lo de Dougal? "Para eso no necesito a nadie", asegura. "Soy fuerte. Soy capaz de hacerme de la idea de que se ha perdido algo para siempre sin desmoronarme".
 
Me alegra que sea fuerte: desde la infancia se enfrentó a problemas derivados de la salud mental y es encomiable que siempre haya hablado tan abiertamente del tema. Los primeros años de Oldfield en Berkshire parece que fueron idílicos. Pero entonces sus padres tuvieron un hijo con síndrome de Down, y mintieron al resto de sus hijos. "Nos dijeron que el bebé había muerto, pero luego me enteré de que había vivido dos o tres años en una especie de centro especializado", confiesa. La madre de Oldfield cayó en una depresión. "Se volvió adicta a los barbitúricos, tranquilizantes y al alcohol, y la familia se acabó desintegrando. Yo sufrí problemas psicológicos graves y me encerré en la música". Su madre falleció a medidos de los años 70, después de que Oldfield publicara su imperecedero villancico "In Dulci Jubilo".
 
Por suerte, Oldfield acabó convirtiéndose en un genio. Tras dejar el colegio en cuanto formó un grupo de música folk con su hermana, a los 19 años compuso "Tubular Bells", una larga obra, pionera del rock progresivo, en la que tocaba hasta 20 instrumentos.
 
Un joven emprendedor llamado Richard Branson lo fichó para su sello recién nacido y le ofreció un contrato de 35 años a un quizás ingenuo Oldfield. Tras el impulso que supuso su elección como tema principal de "El exorcista", el LP llegó a vender 16 millones de copias y permaneció en la lista de ventas del Reino Unido 250 semanas, consolidando a Virgin como un imperio y la fortuna de Branson, que ahora es otro multimillonario que vive en el Caribe.
 
Oldfield se arrepintió del contrato y acabó odiando a Branson: en 1990 coló "F*** off RB" en morse en uno de sus discos. 
 
Tuvo una experiencia horrible con el LSD en los 60 y sufrió ataques de pánico, flashbacks y demás problemas en los años que siguieron. Se curó gracias a un polémico programa de hipnoterapia (hay quien asegura que era una secta) llamado Exegesis.
 
"Volví a nacer", asegura. "Pero tal cual: sentí la humedad en mi piel y me oí a mí mismo respirar por primera vez. Después de aquello, no volví a tener ningún ataque de pánico. Fue como si hubieran desactivado una bomba".
 
Al igual que muchos grandes artistas, Oldfield parece asediado por la ansiedad, la desconfianza en sí mismo y una piel bochornosamente fina. Cuando los críticos la tomaron con su difícil segundo trabajo discográfico asegura que "Me sentí rechazado por mi país". La música que él amaba dio paso al punk o, como él lo define: "Un tío flacucho y cabreado gritando chorradas con una maquinilla de afeitar en la nariz. Creía que el mundo se había vuelto loco".
 
Sorprendentemente, a pesar de contar con varios números 1 y millones de discos vendidos, Oldfield asegura que superó hace poco aquellas malas críticas. "Los Juegos Olímpicos supusieron un reconocimiento de mi persona", afirma. "Y la BBC me dedicó un documental en el que me elogiaba: deberías verlo. Después de todo aquello, me sentí como si me hubieran dado permiso para volver a ser yo mismo".
 
Algunos, entre los que me incluyo, pensaron que era raro que en la ceremonia inaugural de los JJOO se escogiera la música de un exiliado fiscal como himno de la sanidad pública.
 
"En los años 70", dice Oldfield respirando hondo, "destiné el 86% de mis royalties a los impuestos. Vine a las Bahamas por otros motivos [estaba de visita en el club náutico] y me enamoré del lugar. Luego me enteré de que nos se pagaban impuestos. ¿Y qué iba a hacer? ¿No vivir aquí porque no se pagan impuestos? Eso sería absurdo".
 
Quizá sí, aunque no estoy seguro de que esa fiscalidad tan generosa fuera tal sorpresa: al fin y al cabo, Oldfield recaló en Bahamas después de vivir en Mónaco, y antes había estado viviendo en Suiza. "Sólo estuve seis meses en Mónaco porque no me can bien los monegascos", asegura. "Y los extranjeros tampoco les caemos muy bien que digamos".
 
Para alguien que ha ganado tanto a lo largo de los años, parece que el dinero se le da fatal. Asegura que "sobrevivió a duras penas" durante los años 80 y recientemente dijo en otra entrevista una frase para la posteridad, que tenía "más abogados que amigos". Con los 40 cumplidos se mudó a Ibiza y vivió años de desenfreno tomando drogas y disfrutando de una "adolescencia tardía", confiesa. Vendió la casa que había mandado construir a Noel Gallagher de Oasis, quien le llevó a juicio, y ganó, al enterarse de que la casa se caía hacia el mar.
 
Ahora Oldfield parece un recluso virtual. Asegura que nadie quiere ir a trabajar con él a las Bahamas. "Tienes que prepararles el desplazamiento y todo eso, y es mucho trabajo". Insiste en que está "tremendamente" orgulloso del Reino Unido, pero en realidad tan solo le gusta el concepto.
 
"Recuerdo a los policías de mi infancia, con su característico casco y la porra, y pienso en lo seguro que me sentía con ellos", afirma. "Hoy en día la policía británica llevan ametralladoras. En aquella época no había radares de tráfico, ni cámaras de videovigilancia; nadie se preocupaba por la seguridad".
 
¿Qué haría falta para que volviera? "Tendría que cambiar el clima".
 
En la pequeña Nassau, con sus famosos arrugados y plutócratas, Oldfield encuentra los aires de su infancia más temprana y feliz. "Las Bahamas son muy británicas. Pero el Reino Unido de los años 50 y 60. Ése es el Reino Unido que amo. No el vuestro. No el Reino Unido de 2017".
 
A mí me parece todo muy triste, pero insiste en que está muy feliz. "¿Qué más podría querer?".
 

fairlight dijo:

Ni me la he repasado, así que disculpad los lapsus que se me hayan colado, que menudo tocho de entrevista. Glups.

tubak dijo:

Menudo gilipollas.

tubak dijo:

Lo de poner 'Oldfiel' es un homenaje a la edición última en vinilo de TB? XD

fairlight dijo:

Gracias :)c

Fuel dijo:

Joder, incluso cuando comenta cosas positivas les acaba dando la vuelta para convertirlas en algo malo. La hostia, qué mierda de entrevista y que inquina le tiene a Oldfield!

tubak dijo:

Ese tío es un hijodeputa. Y ha ido a dar. Es un artículo vergonzoso.

Trek dijo:

Qué asco me dan los "periodistas" que aprovechan su posición para convertir un asunto como algo personal, ya sea para escupir al entrevistado, como en este caso, o para besarle el culo.

Afghan dijo:

Pues una entrevista en la que el entrevistador intenta llevar al terreno que a él le da la gana cualquier respuesta del entrevistado es una mala entrevista. Y si encima la salpimienta con esos guiños de inquina hacia el personaje al que pregunta, pues apaga y vámonos.

fairlight dijo:

Juas, Mike recordando que tiene muchos fans rusos (que los tiene), y son precisamente ellos los primeros en colgar RTO entero en streaming en su grupo de VK.com :)c

Y mientras, aquí, nosotros, castos y puros, sin difundir siquiera enlaces a webs de descarga!

Millenium_JJ dijo:

yo creo que ésta entrevista es un reflejo al odio que cierta gente británica le tiene a Oldfield. Sobretodo por el hecho de que ya no tribute allí. Los británicos son muy suyos

fairlight dijo:

Cosa bastante absurda puesto que los millonarios se sirven de la ingeniería fiscal para tributar lo mínimo posible...

The Times es un periódico de derechas y, aunque creo que Mike nunca ha tenido unas convicciones firmes muy posicionadas en el eje ideológico izquierda-derecha, históricamente ha tenido encontronazos con la derecha y aproximación al laborismo: metió una parodia de Margaret Thatcher en Amarok (casualmente, su marcha del Reino Unido fue a los pocos meses de que ésta fuera reelegida como primera ministra e iniciara su legislatura más dura), mientras que no se tiene constancia (o ahora mismo yo no caigo) en ningún rifirafe con el laborismo. Al contrario, se ve que hasta tenía colgada en casa una carta que le mandó Tony Blair diciendo lo mucho que admiraba a Mike.

La segmentación del periodismo por afinidad ideológica no es exclusiva de estas latitudes, y se suele ir a hierro contra el que se considera "el contrario". Aunque, insisto, que juraría que Mike nunca se ha posicionado ideológicamente, y ha sido capaz de tocar para el Príncipe Carlos y Lady Di, y en la Fiesta del Partido Comunista el mismo año)

Suzuka dijo:

Dios. Qué vergüenza de entrevista. En Inglaterra la prensa amarilla esta gusta mucho...

Me ha sorprendido lo de Trump. Realmente le apoya?

Neil Parsons dijo:

"Me ha sorprendido lo de Trump. Realmente le apoya?"

En su cuenta de Twitter hasta le sigue... :/

Neil Parsons dijo:

El periodismo de cierta clase es una total vergüenza allí, aquí y en casi todas partes.

gurru dijo:

Vaya, no me parece tan mala. Mike dice lo que dice (si realmente lo dice) y punto. Mike es músico, no un modelo de comportamiento. Si quería una entrevista solo sobre aspectos musicales podría haber puesto esa condición, como a veces pone otras. Se le agradece su disposiicón a comentar su vida y sus pensamientos pero luego hay que acarrearlos. Si la mitad de lo que pone es cierto, refuerza la histórica tesis de que mike es un tipo inmaduro como poco.

jaimixx dijo:

Estoy con Gurru, os está saliendo un fanboy del cuerpo que no veas. Oldfield nunca ha sido un modelo de comportamiento y no es la primera vez que se va por peteneras y dice alguna que otra barbaridad. Cierto que la entrevista es tendenciosa pero, desde luego, a mí lo de Trump no me ha sorprendido lo más mínimo.

Dicho esto, estoy viendo en el foro que hay tanto "awesome" como en Facebook: si la entrevista o la crítica es positiva es genial, si no, es una mierda.

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Traducción al Español por Mike-Bell. Artwork by Krenes

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