Página 27 de la revista británica Music Scene correspondiente a enero de 1974 con una entrevista realizada a Mike Oldfield por parte del periodista Nigel Thomas:
EonFafnir dijo:
Traducción:
"Music Scene despierta tu interés en Mike Oldfield"
"Tubular Bells" quizás ha sido el éxito en las listas de ventas más sorprendente y alentador del año. NIGEL THOMAS da el primer paso vacilante para desvelar el misterio del hombre que lo ha creado.
El maestro de ceremonias Viv Stanshall aparece después de quince minutos instrumentales para presentar un repertorio de instrumentos, cada uno de los cuales se suma a la melodía. Dice "Grand Piano" con la voz de un camarero que anuncia el plato especial del Chef en el Ritz. El último anuncio, "Tubular Bells", es el punto álgido de una pista que finaliza con las suaves notas de una guitarra acústica después de unos veinte minutos meditativos de música hermosa pero nada dramática.
Con una pista por cada lado, es el primer lanzamiento en el nuevo sello Virgin y proviene de un intérprete completamente desconocido. Mike Oldfield es el perfil más insospechado para ser un éxito de ventas. Es un alma retraída que pasó un año planeando "Tubular Bells" y otros seis meses realizándolo; un proceso que se dice que involucró 2.300 sobregrabaciones. El disco estuvo 15 semanas entre los treinta primeros puestos de NME (New Musical Express), 13 de ellas entre los diez primeros. La reacción de Oldfield ante este éxito fue comprar una casa alejada en la frontera de Gales, abandonando la ciudad por un lugar donde "hay más espacio para respirar y ser normal".
"Hay una colina muy grande y la casa está construida encima de ella. Está en terrenos de la Fundación Nacional. El balcón de la casa se supone que representa el puente de un barco. De hecho, toda la casa pretende ser como un barco. Hay habitaciones grandes con techos de unos veinte pies (seis metros) de altura y dormitorios pequeños como camarotes."
Encaramado en su arca en la cima de una colina, Mike planea repetir todo de nuevo. "Estoy escribiendo otra pieza musical. Ya tengo la mitad terminada. La última vez fueron dos piezas musicales, esta será solo una. El problema será que tendrás que darle la vuelta al disco”.
"Tubular Bells" realmente despegó después de una actuación en el Queen Elizabeth Hall, uno de los búnkeres de la Línea Sigfrido cultural en la orilla sur del Támesis. Kevin Ayers, Mick Taylor y el personal de Henry Cow junto con algunas cantantes para los sonidos de fondo. Viv Stanshall presentando el espectáculo y Mike Oldfield yendo como un tiro.
Los críticos sacaron a relucir toda su batería de superlativos. "Una obra maestra", "un desarrollo genuinamente nuevo en la música". Por el momento, se puede decir que de verdad Mike ha llegado como una figura de culto que recibirá la atención que pide, pero también de quien se esperará mucho. Su próximo disco lo establecerá firmemente o ahuyentará a su audiencia. Ninguna de estas consideraciones parece preocuparle en absoluto.
"No creo que cambie con el éxito. No realmente, bueno, seguiré como siempre, aunque obviamente ahora tengo mucha más confianza."
MIKE OLDFIELD obviamente se ha empeñado en piezas musicales extensas, y esta es una tendencia que la vertiente más melódica del rock viene exhibiendo desde hace algún tiempo. A medida que las limitaciones de la pista de tres minutos se vuelven más evidentes, muchos artistas han estado buscando una forma alternativa.
La mayoría de estas propuestas han sido terribles. Aquellos que han tenido intentos exitosos habitualmente han intentado vincular sus canciones en torno a una idea, como ha hecho Townsend, o han apostado por largas improvisaciones creativas. Estas últimas, en manos de un grupo como Traffic, son realmente magníficas, pero con demasiada frecuencia falta el talento para la improvisación y eso se convierte en un dolor para el oído.
"Tubular Bells" es un disco bien construido que gira en torno a un par de temas de manera imaginativa y, lo que es mucho más importante, interesante. Por ello, es una contribución genuina al intento de hacer que el rock de larga duración valga la pena, pero sería peligroso tanto para los músicos como para sus críticos ignorar el valor novedoso de los sonidos tintineantes o la naturaleza única del punto álgido del disco.
LA CARRERA MUSICAL DE MIKE comenzó a los quince años. "Dejé el colegio a los quince y junto con mi hermana hice un LP llamado "Children Of The Sun". Íbamos de aquí para allá dando actuaciones, nos llamábamos Sallyangie, pero yo era un poco joven para saber lo que hacía."
Así que lo dejó y formó un grupo de rock llamado "Barefoot". "Por aquel entonces escribía canciones. Hicimos algunos bolos pero dimos carpetazo después de una actuación desastrosa."
Luego, Mike se unió a la nueva banda de Kevin Ayers, The Whole World, donde permaneció durante dos años, hasta que se fue para comenzar "Tubular Bells", que había estado ocupando su mente mientras viajaban de una actuación a otra. Durante las grabaciones subsistió a base de trabajos de sesión ocasionales, y redujo sus gastos viviendo con su madre.
Cuando tuvo una maqueta lista comenzó a llevarla de una discográfica a otra. Hasta cuatro o cinco. “Virgin fueron los primeros, pero todavía no habían fundado su propio sello, sólo vendían discos. Cuando decidieron empezar a hacerlos también, me llamaron”.
La historia les ha dado la razón. Ni el artista ni la compañía podrían haber pedido un comienzo mejor.
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Traducción al Español por Mike-Bell. Artwork by Krenes
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