Aled Jones presenta a Mike señalando que su invitado de hoy está considerado como un inconformista de la música. En su exitosa carrera ha tocado una gran variedad de estilos, desde el pop al ambient progresivo. Su música ha sido utilizada en la película más emblemática del cine de terror, El Exorcista, y puso la banda sonora a la igualmente poderosa Los Gritos del Silencio. Incluso ha grabado conmigo. Bienvenido al programa. Es un placer volver a hablar contigo después de tanto tiempo, por lo menos 10 años, afirma Mike. Sí, añade Aled. Creo que grabamos aquello cuando tenía 14 años, así que mejor no volver a aquello.
Tienes una tremenda carrera con un montón de éxitos y me gustaría saber cómo empezó aquello, ¿cuándo te diste cuenta de que tenías talento para la música? Durante toda mi infancia había una guitarra colgada en la pared. Mi padre solía bajarla y tocar todas las navidades, y recuerdo que mi padre solía tocar una canción que se llamaba Jimmy crack corn and I don't care. Pero solo en navidades, hasta que un día la bajó y me enseñó tres acordes (Do, Fa y Sol) y nada fue igual desde entonces.
Aled pregunta sobre si siempre había sonado música en casa de los Oldfield. No, afirma Mike. Mi hermana fue la primera en mostrar su talento musical. Era mayor que yo y tocaba el piano. Luego tocaba en clubs de folk, y solíamos ir a verla tocar, así que realmente fue la primera, a parte de mi abuela.
Después Aled pregunta sobre el inicio de sus primeras composiciones. Empecé a escribir canciones cuando era muy joven, explica Mike. Una vez que tuve una cierta técnica con la guitarra, basada en el fingerpicking que tomé de John Renbourn y empecé a tocar instrumentarles y a componerlos yo mismo. Todo esto cuando yo era muy joven, probablemente con 11 o 12 años, empecé a hacer mis propias canciones, instrumentales.
Sobre la idea de Tubular Bells, explica que no le vino de repente. Fue con 19 años cuando tuve la oportunidad de grabarlo en estudio, pero era una recopilación de todas mis ideas musicales que había recopilado durante toda mi vida. Eran retazos de música clásica, folk, rock de compositores como Sibelius, Tchaikovsky, Beethoven, Bach, de bandas de rock como Led Zeppelin, folk inglés e irlandés... Todo eso resultó en Tubular Bells, incluso la comedia de Monty Python. Es un gran cúmulo de ideas.
¿Alguna vez pensaste que el Tubular Bells iba a ser merecedor de un premio Grammy? Bueno, hay veces que uno tiene sentimientos de ese tipo. Yo creía que iba a tener éxito, pero fue bastante frustrante cuando las discográficas a las que se lo llevaba lo rechazaban. No lo entendían, no veían en Tubular Bells lo que yo veía porque no tenía percusiones, no tenía voces, no tenía letra, no era una canción, no era nada de eso. Solamente por un extraordinario golpe de suerte me topé con los comienzos de Virgin Records y Richard Branson. Y con su talento y personalidad lo llevó al éxito.
Creo que has sido capaz de demostrar con música lo que es el hombre del siglo XX, afirma Aled Jones. No estoy como las estrellas ahí arriba, esperando que me digan lo maravilloso que soy. Estoy comprometido con mi lado espiritual, con mi sentido de espiritualidad, mis problemas, mis alegrías. Hablaremos de tu lado espiritual, después de escuchar un poco de tu música. ¿Qué te gustaría escuchar? Escuchemos el tema en el que trabajamos juntos hace unos años, Pictures in the Dark, solicita Mike entre las risas de Aled Jones. Si insistes...
Pictures in the Dark de Mike Oldfield y no tengo ni idea de quien era el niño soprano, comenta entre risas Aled Jones. Hacía un montón de años que no lo escuchaba, pero todavía suena fresco. Sí, es un tema maravilloso, afirma Mike. Si te acuerdas tenía un videoclip, que lo hicimos con aquella pantalla azul, tú estabas subido en una plataforma. Fue el principio de la animación 3D, con aquel equipo que parecía un frigorífico que era con el que hacíamos las animaciones. Seguro que no lo sabes, pero fue la primera vez en la que estuve de moda en la escuela, dice Aled. ¿Lo fue? Eso está bien. Mike y Aled entre carcajadas.
Dices que la música fue tu salvación en tus duros momentos de infancia... Siempre me he sentido un poco como la oveja negra. No estaba contento en el colegio, la vida en casa tampoco no era buena en aquella época y la música se convirtió en el mundo en que yo existía. Creé un mundo interior, musical, creado de sonidos, instrumentos y atmósferas que eran totalmente reales para mí, y que todavía lo son, porque todavía me meto en ese mundo. Ahora tengo vida al margen de la música, pero en aquel entonces era lo único que tenía.
Aled pregunta sobre la influencia de esos duros años de infancia en su vida adulta. Bueno, una de las cosas positivas de todo aquello es que me dio una carrera, y el disfrute que tengo creando música compensa todo lo que me haya podido perder en mis años de infancia. También he estado con tratamiento psicológico durante largas temporadas, para poner remedio a todas las dificultades que tuve. Y ahora me encuentro plenamente maduro, como un Burdeos de 1960 totalmente maduro y bastante bebible, afirma entre risas.
¿Te ayudado Dios en todo esto? Si, claro que sí. Cuando crees, o cuando tienes fe, o sientes la presencia de una realidad mucho más grande de lo poco que vemos a través de nuestros sentidos, la meditación me ha ayudado mucho en eso. Cuando medito puedo apagar mi personalidad, mi ego, y gradualmente viene a mí ese enorme espacio, muy seguro, muy pacífico, precioso. Todavía suelo meditar casi todos los días antes de ir a dar un paseo. Y si me preguntas si Dios me ha ayudado con todo esto, desde luego que lo hizo. Y si estás atento, nuestra conciencia es tan pequeña comparada con esa realidad eterna que nos hace sentirnos cómodos.
Comentas, hablando de la inspiración a la hora de componer que cuando eres tú el que compones, es basura, pero cuando son las musas las que fluyen, es totalmente diferente. ¿Qué o quién son las musas para tí? La palabra más obvia para eso es Dios, sea lo que sea según tus creencias, pero es algo que no forma parte de nuestra vida cotidiana de levantarte, comer, ir a trabajar. Es algo mucho más grande. Y siento cuando tengo una buena idea. De los errores que cometo puedo tomar una idea que no es muy buena y puedo trabajar sobre ella uno o dos meses, pero nunca mejora. pero hay veces que puedo estar en una situación tan mundana como en el supermercado, y de repente, boing, en mi cabeza, y me digo es precioso y realmente luego puedo trabajar con esa idea. Es extraño, porque no son solamente notas, es algo más, algo espiritual sale de las notas, es algo con sentimiento, algo que no se puede explicar con palabras, por eso lo tengo que poner en música. No lo puedo explicar.
A continuación, Aled Jones pregunta sobre sus planes de futuro. Estoy trabajando en una obra de música clásica. Estoy en duda si hacer solamente una versión orquestal, o hacer una versión electrónica normal más la orquestal, en dos CDs. Tengo varias de mis peculiares ideas espirituales. Tengo mucho tiempo para hacerlo. Acabo de terminar mi nuevo estudio al que me estoy mudando poco a poco, y empezando a disfrutar de nuevo trabajando, y si quieres puedes venir a verlo.
Estaba deseando que me lo pidieras, le comenta entre risas Jones. Ha sido un verdadero placer y gracias por compartir tu tiempo conmigo esta mañana. Y vamos a terminar con una elección de tu música. Bueno, hay un tema que cada vez que lo escucho pienso que no lo podía haber hecho mejor, concluye Mike. Es Moonlight Shadow.
A las 09:40 concluye la entrevista sonando Moonlight Shadow. Sin duda, ha sido corta pero muy intensa.
Gracias a:
Arturo - Grabación del audio
Nacho Marín - Traducción
Iker - Transcripción
David - Fuente www.mikeoldfieldblog.es
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Traducción al Español por Mike-Bell. Artwork by Krenes
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