Buenas

¿Qué tal estuvo el concierto, Alberto? Yo ya no vivo en BCN, aunque no estoy lejos, y este concierto me lo tuve que perder. 

La próxima vez que vaya a subir te aviso y nos tomamos unas cervezas tubulares!

Hola Fairlight.

El concierto estuvo muy bien, pero he visto a Yann cansado de hacer lo mismo concierto tras concierto. Su actitud me pareció muy poco comprometida para con el público, y peor aún, para con su música. Quizás sea una sensación errónea. Pero demasiado sonido pregrabado y poca intensidad en su actuación.

Su banda de chicos jóvenes muy profesional, se nota que son los que tiran del carro en las actuaciones. Todos multinstrumentistas. Y el Batería aportaba auténtica magia al conjunto. Me gustó mucho más la interpretación de los últimos discos, y no tanto los excasos temas clásicos interpretados. El público que me rodeaba en general creo que no conocía más que las melodías de piano, y hubo un sentimiento de decepción, pero por ignorancia.

El peor momento fue en una improvisación psicodélica muy muy repetitiva de electrónica casi pura, que nadie esperaba de él, y que puso al público inquieto (algunos dejaron el teatre en ese momento). Sin que me disgustara, sentí vergüenza, como cuando tratamos de defender lo indefendible de Mike.

Lo bueno:

En general, se ve que va evolucionando su carrera. Ya hemos visto como cambia disco a disco, de forma paulatina, sin grandes saltos, y siempre de forma enlazada y lineal, y eso me atrae de un artista. Infinity enamora con las escuchas, y si hasta ese concierto apenas era capaz a reconocer los temas, salvo un par de excepciones, tras el concierto lo he cogido con muchas ganas y me transmite mucho más.

Me ha sido inevitable compararlo con Mike. Desde el primer tema, hasta el último, he ido identificando sus temas, interpretaciones e instrumentación con buenas épocas pasadas de Mike. Mandolina, guitarra acústica, eléctrica, teclados, piano, campanas, teclado de juguete, batería, bajo, etc... Un concierto emocionante.

Para mi el momento de la noche estuvo en la interpretación de Sur le fil, y no por que el destacara especialmente, que he visto directos en internet con muchísima más pasión. Para facilidad suya, y en favor del efectismo barato más intenso, le añadió al violín un toque de distorsión y algo de reverb, con lo que las notas eran atronadoras. Fue fantástico a pesar de todo. Lo mejor.


Y quedamos cuando quieras. ¡Qué mejor que tomarse en Barcelona unas cañas tubulares!